En el centenario de uno de los grandes descubrimientos de la historia de la medicina se organizaron las «Jornadas Luis Agote», con científicos del país y del extranjero.
«Se trata de uno de los grandes acontecimientos de la historia de la medicina, algo que impactó directamente sobre la calidad de vida de la gente, que no solo permitió salvar vidas sino también avanzar en el tratamiento de ciertas enfermedades; y lo que es increíble es su vigencia. El método de Agote permanece intacto, hasta nuestros días seguimos usando su fórmula», expresó Oscar Torres, presidente de la AAHI.
Este suceso, de enorme trascendencia para la humanidad, salvaría un problema que hasta entonces se presentaba insuperable: el proceso de coagulación de la sangre que se produce en términos de minutos. El mismo, hacía imposible el almacenamiento de la sangre para ser estudiada y utilizada en el momento adecuado y en las cantidades requeridas.
El 9 de noviembre de 1914, en un aula del Instituto Modelo de Clínica Médica del Hospital Rawson, el Dr. Luis Agote llevó a cabo, con total éxito, la primera transfusión de sangre citratada en el hombre.
“Fue un acontecimiento sensacional, uno de los grandes momentos de la medicina mundial, que contaría desde entonces con un recurso precioso y fácilmente realizable. Un profesional argentino había logrado lo que durante décadas no había podido conseguirse. En una ciudad de América del Sur, alejada de los centros científicos más importantes y avanzados, un investigador que no estaba urgido por la necesidad de salvar la vida de los heridos de una batalla, lograba la solución para un problema que angustiaba a los miles de médicos reclutados por los ejércitos que luchaban en Europa, en aquellos trágicos años de la Primera Guerra Mundial”.
Agote se abocó a evitar la coagulación de la sangre fuera del organismo y para ello utilizó el citrato neutro de sodio, que se sabía que impedía la coagulación de las proteínas del huevo. Con ese método, logró guardar con éxito 100 mililitros de sangre humana en forma líquida durante 15 días
Tras esa primera prueba, profesionales del instituto llevaron a cabo una serie de estudios de laboratorio para comprobar que la técnica no afectaba al receptor ni a las propiedades de la sangre a transfundir. El propio Dr. Agote se inyectó dosis crecientes de citrato neutro de sodio y comprobó la inocuidad para el ser humano
Como grupo de pacientes necesitados de este «fluído de la vida», le damos nuestro profundo agradecimiento a este científico.
Actualmente, la donación voluntaria en el sector público se incrementó de 15.000 en 2004 (3%) a 200.000 (35%) en 2013. La importancia de la donación voluntaria radica en que permite obtener componentes de la sangre más seguros, con menos descarte por infecciones y mayor disponibilidad para transfusiones allí donde sean necesarias.
Mil gracias a todos los donantes voluntarios de nuestro país!!!!!!!!!!!!!!!
Pingback: 9 de noviembre: Día Nacional del Donante Voluntario de Sangre | FUNDATAL